Se acarician las manos
que traen recuerdos,
tienen la mirada
de la nostalgia,
cuidan que nunca falten
los abrazos más intensos,
viven los momentos
con la fragilidad
de que no se rompan
Sus surcos recogen el testigo,
Ellas y ellos navegan
en el azul de su mar
Aún ríen las mismas bromas,
saborean la dulzura
del más sabroso dulce,
y en el paladar aún
se regustan todos los sabores de su ser
Y aunque ahora no se
recorran las largas calles,
queda mucha memoria y recuerdos
para caminar y disfrutar
Belleza de un instante,
y muchos días para recordar
que nunca nada le iba a faltar
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